miércoles, 10 de mayo de 2006

Decano en deca-dencia

Postura frente a la elección del decano

10 de mayo del 2006.

Compañeros/as y miembros de la Comunidad Universitaria:

Un epígrafe para contrastar:

"La Universidad Nacional del Comahue es una entidad de derecho público que tiene como fines la promoción, la difusión y la preservación de la cultura (...) y presta particular atención a los problemas regionales (...) contribuye al desarrollo de la cultura mediante los estudios humanistas, la investigación científica y tecnológica y la creación artística."
Estatuto de la Universidad Nacional del Comahue. Bases.

El D.E.Mo. llega a este consejo con una responsabilidad asumida, basada en la existencia de un horizonte de universidad no negociable. De eso no nos abstenemos. Sin embargo, sabido es para la mayoría de ustedes que nuestra posición es la abstención en la elección del Decano, Y decir abstención es un lujo enunciativo, porque uno puede abstenerse cuando tiene de qué, pero si hay algo que caracteriza a esta elección es la ausencia.

En estos últimos años hemos aprendido mucho de lo que significa la ausencia. El vacío. La sucesión casi permanente de la nada. No nos sentimos exentos de eso pero sí conscientes de su avance y sobre todo dispuestos a no aceptarlo con la resignación de lo inexorable. Conscientes del vacío de contenido reproducido desde el gobierno del Centro Universitario; de una universidad que se va cerrando progresivamente al pueblo al que pertenece. Conscientes de la ausencia de la promoción sociocultural, la creación artística y la promoción de una investigación científica comprometida con la comunidad... Si decimos promoción de estas acciones, damos por sobreentendido que las personas que ocupan el gobierno de la universidad son los principales responsables de promover... y eso no ha sucedido.

Para pretender la presencia de esas cuestiones que son elementos constitutivos de toda comunidad (la cultura, el arte, el conocimiento) no hace falta referir al Manifiesto Comunista, basta con leer los primeros cinco renglones del Estatuto de la UNC y darse cuenta que es imposible abstenerse a lo que no existe ni prevalece en la Universidad.

Para nosotros un decano no es: un nombre, una cara que nos simpatiza, un vástago de un partido, o el que hace un par de compras para la universidad. Un decano es aquel que porta en sí mismo el ideal de universidad abierta e inscripta a su pueblo, su cultura, su arte, que promueve el conocimiento como base de las transformaciones. No un portador de títulos desinteresado de los procesos sociales. Y No un decano que saltea los cinco primeros renglones de su propio Estatuto para saltar y aferrarse sin remordimientos a los incisos que lo enquistaran en el poder, sin haber hecho más mérito que el de adquirir amigos correligionarios que lo votaran hoy en el Consejo, mientras la sociedad sentencia distancia de la universidad, viéndola como una comunidad que se aleja incesantemente de las problemáticas regionales.

Si tienen dudas de la distancia entre la universidad y la sociedad examinen las estadísticas de ingreso y verán que ni los números nos libran de la tendencia al vacío.

Por el vacío existente en la universidad y en pro de un proyecto alternativo al de los que hoy se disputan las migajas del sistema capitalista y sus organizaciones va nuestra negativa ante la elección del decano.

Justamente el candidato opositor al actual decano no presenta un proyecto alternativo de universidad. En lo único que es alternativo es en el hecho de que responde a otros sectores de interés del claustro docente y que fue apoyado por un partido en teoría antagónico del partido al que rinde obediencia el decano actual. Nosotros no queremos mas camarillas, pretendemos una alternativa discutida entre toda la comunidad universitaria.

Creemos que las casas de estudios deben dirigir su acción consultando e interactuando con la comunidad que las sostiene y no responder a los intereses partidocráticos de turno, y si esto ha de ser así, las personas que se hallen al frente del CURZA deben responder a su comunidad y no a intereses muchas veces mezquinos por el poder.

Por otra parte creemos que la persona que se halle frente al decanato debe poseer una amplitud intelectual lo suficientemente vasta para aprehender los problemas locales y nacionales de manera tal, que lo pongan en condiciones de articular formas de relacionar la labor del CURZA con los procesos y las fuerzas sociales. El Decano actual no es precisamente ese hombre de pensamiento claro, critico, de inteligencia creadora y de visión panorámica, que las circunstancias presentes requieren para la dirección de una comunidad académica. No le quitamos acreditación e idoneidad en su campo académico especifico, pero el tiempo ha demostrado su cerrado horizonte para contemplar y desde luego orientarse en el vasto campo donde se debaten cuestiones científicas, políticas y culturales de distinto orden, lo cual ha llevado a que el CURZA sólo sobreviva por un lado con la ayuda del gobierno provincial y por otro lado haga aguas en lo académico y demás cuestiones que hacen a la razón de ser de un Centro Universitario. Prestigio cero.

Por otra parte queremos señalar el singular silencio sistemático en que ha reservado invariablemente sus puntos de vista sobre cuestiones sociales y políticas que hacen a la vida de la democracia universitaria. Pareciera que la gestión del actual Decano es meramente administrativa procedimental, quedando al margen los pronunciamientos en cuestiones referentes a la cultura, el arte, lo político y social, reaccionando solamente cuando algún sector lo despierta de su cómoda quietud.

Nos presentamos a estas elecciones, no para sumar votos a un sector, sino para dar batalla desde el directivo por ese horizonte de Universidad que queremos; por mejores condiciones de estudio para nuestros compañeros, para luchar contra los fundamentos excluyentes de la Ley de Educación Superior y para exigir una mayor democracia dentro y fuera de la Universidad. Los estudiantes somos minoría, dentro del Consejo frente a la casta profesoral lo cual explica la tendencia de esta democracia a cerrarse a las necesidades y bregar por los intereses de los que sólo quieren perpetuarse en las espacios de gobierno, utilizando los procedimientos como una barrera de ingreso que impide la puesta a prueba de sus aptitudes frente a las contingencias de estos tiempos.

Frente a esta barrera de ingreso, a este fin desviado de la universidad como albergue de jerarquías intocables, los estudiantes equivocados o no, sostenemos una esperanza, tenemos ideas, tratamos de luchar por ellas y necesitaremos del esfuerzo de todos para oponernos a los intereses creados. No aceptaremos prebendas a cambio de actitudes pasivas como muchas veces se nos ha reclamado. Siempre creeremos en un principio de dignidad que nos oriente hacia una voluntad libre y creadora. Dignidad implica NO aprovecharnos de la confianza que nos han otorgado los estudiantes para recibir alguna renta o beneficio para nuestro sector, e implicará por lo tanto un sacrificio donde, con intimas convicciones, demostraremos que se puede hacer política escuchando las voces de los oprimidos y no la de los opresores.

Las arenas del tiempo han corroído y han aplacado muchas ideas cuyas raíces aun siguen vivas. Hoy más que nunca sabemos que no basta la ingenua acción para ir más allá de las raíces. La sola y desnuda militancia no sirve, es solo agitación intrascendente. Nosotros tenemos además él deber de pensar y trabajar por una nueva Universidad. Queda descontado desde nuestra perspectiva la acción estudiantil universitaria cuyo fin único es responder a un interés individual y partidario ajeno al ideal de universidad.

Creemos que no basta la honestidad para ocupar un decanato, porque los beneficios que pueda reportar una administración regular quedan neutralizados con los perjuicios que acarrean las otras falencias ya mencionadas.

Con nuestro voto pretendemos alejarnos de Las políticas sordas, oscuras y de puertas cerradas, que hacen de la Universidad el patrimonio de unos pocos, manejada por políticos ya agotados. Queremos despertar aunque sea a los gritos a nuestra universidad para que entren gente inquieta, para que la Universidad Publica se haga cosa publica. Y recién ahí cuando se ausenten los grupos enquistados podremos decir nuestro voto es a favor de...

DEMO
2006