martes, 23 de octubre de 2007

Nuevo descargo de Martín Unzué....

Por lo visto los descargos anteriores del Profesor Martín Unzué, en lo referido al concurso trucho de Análisis Político, no fueron suficientes: la gestión del decano Silva le pidió que ratifique o de marcha atrás las demandas realizadas en notas anteriores. He aquí la última carta de Unzué:

Buenos Aires, 23 de octubre de 2007

Licenciado Héctor Zanotti
CURZA
Universidad Nacional del Comahue

De mi consideración:

Por la presente doy respuesta a su correo electrónico del día 19 de octubre próximo pasado, en el que me transcribió el texto de la CD que oportunamente se me enviara con motivo de la actuación ZA-231-07 originada en mi descargo de fecha 14 de agosto de este año, referido a los sucesos acontecidos en el marco del concurso para cubrir el cargo de ayudante de primera dedicación simple para la asignatura Análisis Político, para ratificar en todos los términos las expresiones que he vertido en el mismo.

En el descargo que he realizado brindé una descripción de la sucesión de hechos, y de las irregularidades que fueron cometidas en el concurso citado, solicitando a las autoridades de ese centro regional que tomen las medidas correspondientes para evitar estas prácticas y sancionar a los responsables de las mismas, máxime cuando estos poseen cargos de representación institucional, y que con esas actitudes no hacen más que poner en duda una práctica central para nuestras universidades como lo es la instancia del concurso para la provisión de cargos docentes.

Creo que los sucesos que han enturbiado el mencionado concurso no hacen más que desacreditar a la Universidad Nacional del Comahue y en particular a ese centro regional, y que está en manos de sus autoridades tomar las medidas para subsanar unas prácticas que no pueden ser toleradas en un ámbito universitario.

Dentro de las acusaciones que he sostenido y que ratifico en su totalidad, debemos destacar las siguientes:

1) La nota enviada por el “Coordinador de ciencias políticas” auxiliar José Adolfo Gómez, con fecha 13 de junio de 2007 a la Secretaría Académica del CURZA, cuya copia se me ha enviado, en la que el mismo expresa entregar el dictamen del concurso sin mi firma pues me habría retirado del concurso “muy cansado para seguir discutiendo”, es MENTIROSA y MALICIOSA. En ningún momento me retiré del concurso sino que fue el propio Gómez el que se negó a deliberar y me impidió el acceso a la oficina de la Carrera de Ciencias Políticas. Desde ya, el argumento mencionado por el citado Gómez no resiste ningún tipo de análisis, pues si fui a ese Centro Regional con el fin de participar como miembro del jurado de un concurso, es porque estaba dispuesto a deliberar y producir un dictamen del mismo.
Todos los alumnos de la materia Análisis Político que rindieron examen final ese día son testigos (pués lo comenté varias veces y me vieron dirigirme a la carrera) que iba a deliberar sobre el concurso (se puede consultar el acta de día para determinar quienes fueron).
Los profesores con los que almorcé ese día también me vieron interrumpir el almuerzo para ir a realiza el dictamen del concurso (O. Alonso, E Figueroa, entre otros).
Personal administrativo del CURZA y uno de los candidatos (el Lic. Mazzella) presenciaron en el pasillo que se encuentra frente a la biblioteca, el diálogo que mantuve con Gómez en el que lo invité a deliberar y él me respondió, con una absoluta falta de respeto hacia mi persona que no es necesario reproducir por lo descortés y lo inapropiado para la situación, que “en esas condiciones no iba a haber dictamen”, entendiéndose por “en esas condiciones”, si no estaba de acuerdo con poner a Andrada primera en el orden de mérito.
Creo que cualquiera de los mencionados o todos ellos pueden ser citados a declarar para corroborar que yo no fui el que desistió de llevar adelante la deliberación y por ende, que la nota citada que lleva la firma de Gómez, realiza una afirmación mentirosa que tiene por único objeto esconder el conflicto suscitado en torno al concurso de marras.
Considero que esta actitud, más proveniente del director de la carrera, es de extrema gravedad y muestra su voluntad de manipular el concurso produciendo un dictamen inconsulto en forma inescrupulosa.
No creo necesario aportar copia de la carta citada en la que queda en evidencia la mentira y que lleva la firma de Gómez, pues la copia de la misma me fue enviada por la Secretaria Académica y el original debe obrar en poder de esa universidad.


2) En segundo lugar, ratifico que los firmantes del dictamen han mentido en dicho documento público, al invocar una supuesta unanimidad del jurado (último párrafo de la hoja 3 del dictamen).
Unanimidad significa, según el diccionario de la Real Academia Española, “sin discrepancia”. Más allá de que no concuerdo en ninguna forma con los términos de ese dictamen, el hecho de que yo haya sido excluido de la deliberación para la producción del mismo (lo cual es innegable por el mero hecho de que no está mi firma en el citado documento) hace imposible referirse a ningún tipo de unanimidad.
Ratifico por la presente que no sólo no participé en la elaboración del dictamen que se presentó, sino que tampoco sabía de su existencia hasta que recibí un correo electrónico donde se me preguntaba si yo había firmado el dictamen del concurso pues este se había publicado con tres firmas a su pie.
También ratifico por la presente mi desacuerdo con todo lo expresado en el dictamen presentado, mi desacuerdo con los endebles argumentos utilizados para intentar justificar la decisión tomada y particularmente mi desacuerdo con la afirmación “ambos postulantes cumplen acabadamente con lo requisitos establecidos para el cargo en concurso”, por los motivos que ya he manifestado en el momento de realizar mi descargo.
Desde ya, se pueden hacer las pericias caligráficas del caso si alguien duda de que alguna de las tres misteriosas firmas que figuran al pie de la copia del dictamen que me ha enviado la Profesora Goicochea me pertenece. Caso contrario, creo que está demostrado que yo no avalé ese dictamen y que esa apelación a la unanimidad es Falsa y que los firmantes de dicho documento deben dar explicaciones sobre la misma.
Como prueba adicional a mi desconocimiento del dictamen que se presentó, debo notar que en el mismo se ha escrito mal mi apellido (Unsue por Unzué), error que no hubiese podido suceder si yo hubiese estado presente en el momento de realizar el dictamen.
No aporto copia del dictamen en donde se puede constatar lo expresado, pues entiendo que el original del mismo se encuentra en esa universidad y sólo poseo la copia que me enviara la secretaría académica.

3) También denuncio la incompatibilidad y la falta de ética de la candidata Adriana Mónica Andrada, quien, como consta en la resolución del CD n° 071/2007, que lleva las firmas del Sr. Decano Miguel Silva y de la Señora Sria Académica Adriana Goicochea, fue designada miembro del jurado evaluador y que posteriormente se presentara como candidata a ocupar el cargo objeto del llamado. Esa actitud es, a mi entender, inexcusable. Si Andrada pensaba presentarse como candidata no debía haber aceptado ser miembro del jurado (ni titular, ni suplente) y si fue incluida como miembro del jurado, debía haber evitado presentarse como candidata. Creo que esto no hace más que apelar a las formas más básicas de ética.
No aporto copia de la resolución citada porque entiendo que la misma obra en poder de esa universidad y sólo poseo la copia que me remitieran de la secretaría académica.

4) Por último, también denuncio la publicación del citado dictamen sin haber tomado los recaudos para conocer la validez del mismo, pues esa decisión ha generado una situación confusa en la que más de una persona ha sido inducida a la confusión, pensando que yo había avalado un dictamen a todas luces impresentable, tanto por los defectos formales en su confección, como por el contenido del mismo.
La publicación del dictamen en el que se comienza mencionando a los tres integrantes del jurado (incluyendo a mi persona) y que luego se muestra con tres firmas al pie sin aclaración de ningún tipo sobre la identidad de los firmantes, es a todas luces maliciosa, y ha buscado confundir a los lectores, haciendo pensar que yo había firmado ese documento.
Si los responsables de dar a conocer el dictamen tenían conciencia de mi desconocimiento de lo allí expresado, se debían haber abstenido de publicarlo hasta tanto se aclare la situación suscitada. Si las autoridades no tenían conocimiento del conflicto, es porque debieron haber supuesto que participé en la elaboración del dictamen.
Me siento particularmente perjudicado por esta maniobra producida en el momento de la confección del dictamen y que considero que ha buscado provocar el efecto mencionado, más cuando en el dictamen no hay mención expresa a mi posición, ni a las apreciaciones que realicé en el momento de las entrevistas.
En la impugnación que realizara Mazzela, cuyo original obra en poder de esa universidad y cuya copia me ha sido enviada por la secretaría académica, se declara que el dictamen fue publicado en los términos que he mencionado, con las tres firmas al pie sin aclaración de ningún tipo. También la copia que me enviara la secretaria académica presenta las mismas características.

En síntesis, considero que el sumario no puede ser archivado pues los hechos (la manipulación de concursos docentes) son de por sí de extrema gravedad institucional y las pruebas que he denunciado son todas, a mi criterio, evidentes.

Con enorme desparpajo, los firmantes del dictamen han mentido, han distorsionado los hechos y han buscado manipular un concurso docente teniendo en cuenta como únicos argumentos proximidades políticas y personales, dejando completamente de lado los criterios académicos que debieran ser los únicos a considerarse en estos casos (y a los que hice referencia en mi descargo).

Que los concursos docentes no sean transparentes, sino manipulados de forma grosera como ha sucedido en este asunto, debería dar lugar a una intervención administrativa ejemplar, que permita recomponer el buen nombre de la institución y fundamentalmente, garantizar la transparencia de las prácticas académicas, que es lo mínimo que la Universidad le debe a la sociedad que la financia.

Sin otro particular, lo saludo atentamente,

Martín Unzué*
__________________
* Martín Unzué es licenciado en ciencia política, licenciado en economía, profesor adjunto regular de "Teoría del Estado" en la Facultad de Derecho de la UBA, e investigador en el Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales. Actualmente realiza su doctorado en la facultad de Derecho de la UBA y es becario de doctorado en el marco del proyecto UBACyT S090.

Ver todos los descargos de el profesor Martín Unzué.

jueves, 18 de octubre de 2007

Carta al decano por el concurso de Políticas Contemporaneas.

Esta es la famosa carta que detonó, el conflicto en el concurso para Teoría Política Contemporanea y dejó a la luz una vez más el manejo turbio de los concursos docentes en el CURZA.
_________________________
Viedma, 10 de octubre del 2007.-
Al Sr Decano
Ing. Miguel Angel Silva
(Con copia a la Secretaría Académica)
Centro Regional Zona Atlántica.
Universidad Nacional del Comahue.
S____________/_____________D
 
El motivo de esta carta es hacer de público conocimiento nuestra postura respecto a la gestión que están llevando adelante las autoridades del Comahue, en ausencia de los Consejos Directivos y de sus respectivas acciones efectuadas en este Centro Regional, mayormente referidas a concursos docentes y avales a jurados alumnos.
En un contexto histórico donde la Comunidad Universitaria reclama más democracia, las autoridades gobiernan con menos democracia que cuando empezaron los reclamos por la democratización. Pareciera ser, no sólo que la ausencia del Consejo Superior y de todos los Consejos Directivos no incomoda, sino que además es la situación más propicia para que gobiernen este puñado de decanos que tan poco han hecho para buscar la salida del conflicto, agravándolo con sus actuaciones antidemocráticas, cerradas al dialogo veraz y a los reclamos comunitarios.
No olvidamos la elección fraudulenta de Boccanera, perpetrada por el mismo manojo que hoy gobierna la universidad, y anulada por la Cámara Federal, que entre otros casos destacaba la "viveza criolla" de este sector para saltear la voluntad de las minorías, utilizando herramientas notariales para convalidar sus actos autoritarios. No olvidamos porque esa es la lógica que impera hasta entonces, sin ninguna clase de autocrítica.
Es la misma viveza criolla con la que en esta situación excepcional se llevan adelante concursos docentes, que luego se pretenderán convalidar con el regreso de la democracia (sí señoras y señores, por si no se habían dado cuenta la democracia se fue y nos dejó en su lugar una "normalidad").
Saltear la voluntad de las "minorías" es ya una especialidad de la casa. Así sucedió en la maniobra para desplazar sin escrúpulos a Martín Unzué de su cátedra, con un concurso ilícito de por medio y así sigue sucediendo cuando para avalar los jurados alumnos en los concursos que se suceden, el decano esquiva la voluntad del Centro de Estudiantes.
Ejemplo de esto, es que en el concurso para la materia Políticas Contemporáneas (otra materia crítica y troncal de la carrera de Ciencia Política), se hayan avalado los jurados alumnos con la aprobación de Consejeros Alumnos con mandato caducado, y que casualmente son afines a los designios del decano. Demás está decir que al Consejero Alumno (mandato caducado) de la agrupación DEMo, minoría en el Consejo, nunca se lo consultó sobre esos jurados, y que la jurado titular en este concurso milita también en una agrupación (Franja Proyección) afín al decano. Esto sin contar que en el jurado participa el auxiliar José Gómez, que en lugar de seguir participando en concursos, debería estar siendo investigado (por la administración de su compañero el decano) por sus actuaciones irregulares y antiéticas en el concurso y las designaciones de Análisis Político.
Históricamente los avales para los jurados alumnos los daba el Centro de Estudiantes. Justo  ahora, y con los mandatos caducados de los Consejeros Alumnos, el decano se aferra a una resolución para utilizar el criterio de que los Consejeros Directivos Alumnos sean los que avalen a los jurados. Pero no convoca al DEMo, ni apela al sentido común, considerando que la única instancia de representación estudiantil vigente es el Centro de Estudiantes, puesto que un consejero alumno con mandato caducado, no es consejero, y por lo tanto, nada puede avalar y menos con los cuestionamientos éticos de adicción sin objeciones a la voluntad del gobierno del decano y del auxiliar Gómez.
Por estas razones reclamamos al decano:
- Tenga en seria consideración consultar al Centro de Estudiantes respecto a acciones que afectan el futuro común de Centro Regional Zona Atlántica, ergo en todo lo referido a avalar jurados alumnos.
- Excluya a José Gómez de este tipo de acciones hasta que se aclare su situación respecto a irregularidades anteriores.
- Asuma la responsabilidad de participar en la resolución del conflicto universitario, siendo uno de los pocos que gobiernan la UNCo, y escuchando verdaderamente los reclamos de la comunidad universitaria por una democratización urgente de la UNCo.
 Sin más que a las espera de que el silencio no se convierta en la respuesta rutinaria:
  



Yahoo! Noticias
Leé la columna de "El Chavo" Fucks y encontrá una visión distinta de las Elecciones Presidenciales 2007.
http://ar.news.yahoo.com/elecciones2007/opinion/2780/paren-de-robar

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Documento del FEI sobre el accidentado congreso de la FUC...

Dejá Vú
2006 Boccanera- 2007 CEPA (Integración)
El reciente congreso ordinario de la Federación Universitaria del Comahue reveló las ansias de poder de la CEPA (o "Integración") para ser conducción, y sus desesperados métodos para lograrlo. No tan solo en el congreso, sino previo al mismo, utilizó tanto las amenazas como la extorsión a estudiantes independientes [incluídos los compañeros del DEMo], valiéndose de frases tan célebres y tristes como:
"Te vamos a hacer mier…"
"Ni te aparezcas por acá hijo de p…"
Otra clara muestra es la negativa (en presencia de el ex consejero directivo Juan Manuel Rubino y al delegado Fernando perelló), por parte del presidente del CEFIUNC, a avalar la lista de delegados del FEI, condicionando esta decisión a la resolución del problema suscitado en el CRUB (Bariloche). En este asentamiento el MST (aliado de la CEPA), después de abandonar y vaciar el centro, reaparece el día del congreso intentando imponer una lista de delegados por sobre la lista presentada por estudiantes independientes del CRUB, que venían trabajando desde hace meses para levantar y volver a poner en funcionamiento el centro en su facultad. El aval a la lista del FEI es un paso anterior al de cualquier resolución a la que podría haber arribado la junta electoral. De esta manera dejaron al FEI sin la posibilidad de poder participar del Congreso de Federación.
No conforme con esto, se llevó a cabo el más evidente y alevoso acto de corrupción: la impugnación de la lista del centro de estudiantes independientes de la ESSA. En este accionar, el presidente de nuestro centro de estudiantes, tomó parte activa y protagónica en lo que fue el mayor fraude que viera envuelto al CEFIUNC en 11 años.
Esta fue la más clara muestra de que su intención era manejar el destino del Congreso en la Junta de Poderes (que NO tiene potestad de hacerlo), donde ellos poseían la mayoría de los votos, gracias al acuerdo que la CEPA poseía con la Franja Morada (famosa por actos "patoteriles") , JUP (Juventud universitaria peronista) y autoconvocados (pro-CONEAU y PPS obligatorias). Mediante este acuerdo la junta de poderes propició las condiciones para que la CEPA acceda a la conducción de la Federación.
Con el objetivo de no convalidar estas prácticas y en defensa de una federación democrática, participativa y no burocrática, desde el FEI (Frente de Estudiantes de Ingeniería) tomamos la decisión de no acreditar nuestros delegados y retirarnos junto a otras agrupaciones independientes.
Ante la auto proclamación de la CEPA (Integración) al igual que lo hiciera Boccanera en la nefasta reunión de Cipolletti, es necesario la unidad de todos los que decimos repudiar a aquellos que pretenden cerrar el conflicto de la democratización en nuestra Universidad, mediante acuerdos en la mesa chica y pasando por arriba de las necesidades de los estudiantes. Es por esto que llamamos al conjunto de los estudiantes a reconocer la inexistencia del congreso y de esta manera avanzar hacia una Federación realmente independiente. Por una universidad democratizada, publica e inclusiva.

FEI (verdaderamente independientes)


domingo, 9 de septiembre de 2007

Balance F.E.R. Frente Estudiantes por la Resistencia, Conducción F.U.C 2007


Como Frente de Estudiantes por la Resistencia reivindicamos nuestra política de autoorganización, asambleísmo y horizontalidad como los ejes que, desde que asumimos como conducción, constantemente imprimimos en la dinámica de esta Federación. Consideramos que nuestro gremio debe ser parte de las luchas sociales no sólo acompañando sino que asumiendo una función protagónica, por esta razón, tomamos un compromiso con los sectores explotados y oprimidos, reivindicamos la unión obrero-estudiantil que ha sido el estandarte de las luchas históricas de la juventud universitaria argentina desde la reforma del 18, el cordobazo y las sucesivas luchas que se han venido presentando.

Siendo el 2006, el año previsto para una nueva Asamblea Universitaria que renovaría autoridades, nuevamente los sectores que concentran el poder en la universidad antepusieron sus intereses personales por sobre las demandas de discutir la implementación de un proceso amplio de debate, acerca de las dinámicas de participación y decisión en el marco de nuestra Universidad. En esta última posición de fomentar un proceso de reforma, se encontraba una mayoría de la comunidad universitaria, paradójicamente, minoritaria en el ejercicio del poder formal en las estructuras actuales. La decisión de la mayoría de una Asamblea Universitaria “autista” de avanzar en la consolidación de una nueva gestión, apelando a mecanismos tan ridículos como ilegales; al mismo tiempo que la desestimación de todas los planteos que implicaran poner como prioridad una reforma de los estatutos; nos llevó a tomar una medida de acción directa concretada en la toma de las diferentes facultades, a través de sus respectivas asambleas.

Fruto de la presión que generó la toma de la Universidad, por prácticamente 100 días, la Justicia Federal no pudo hacerse cargo del encubrimiento de un fraude tan obsceno y de consecuencias tan devastadoras para el resto de las Universidades Nacionales. Si bien esto no planteó ningún avance significativo sobre el reclamo de fondo, situó a los estudiantes en una posición más favorable para propiciar un cambio radical en las prioridades institucionales de la Universidad. Para este momento, todo indicaba que no era posible una elección de autoridades antepuesta a la discusión de los alcances de una modificación estatutaria, en el marco de la democratización planteada por los estudiantes.

El planteo de reforma y sus alcances atacaron la concentración misma del poder dentro de la Universidad. La defensa leonina de viejas conquistas por parte de los sectores más conservadores y su accionar abiertamente mafioso, en el que no faltaron amenazas a estudiantes ni atentados físicos sobre muchos compañeros, constituyeron un cuadro de situación de profunda tensión sobre esta Federación. En esta oportunidad, nos enfrentábamos abierta y públicamente a los grupos más poderosos de la política universitaria, regional y nacional, al mismo tiempo que sufrimos una desacreditación permanente por parte de los medios masivos de comunicación.
El levantamiento de la toma se dio en el marco de una discusión para elaborar una estrategia conjunta, sostenible en el tiempo, que tuviera como resultado la implementación de un verdadero proceso de discusión en todos los ámbitos de la universidad. Fueron las mismas asambleas que decidieron la medida de fuerza, las que cambiaron la metodología de este largo proceso en el que decidimos embarcarnos.

La asignatura pendiente de esta Federación es trabajar por generar el estado deliberativo permanente entre los estudiantes, necesario para lograr los objetivos que nos marcara nuestro Congreso Extraordinario. Esto debe darse en el marco de un acercamiento genuino a las realidades de cada facultad. Flaco favor a la necesaria reforma le hacen los eslóganes vacíos y consignistas, como así también primar las diferencias proselitistas y no aunar fuerzas contra nuestro verdadero antagónico que celebra con nuestras infértiles discusiones y, de esta manera, avanza libremente para organizarse utilizando a sectores que no se han permitido un verdadero proceso de discusión política. Es así como se han convertido en los históricos traidores del movimiento estudiantil entregando, a los sectores dominantes y de turno, las reivindicaciones que hemos conquistado y obstaculizando los procesos que intentamos llevar adelante, como la discusión por la democratización.

Este conflicto que parece haber mermado debe continuar más allá de una reforma estatutaria que sólo modifique, numéricamente, las proporciones en los diferentes órganos de gobierno. Cuando hablamos de democratización, entendemos un proceso dinámico que genera condiciones de mayor participación y pluralidad en las discusiones y decisiones en cuanto a la vida universitaria. Es una búsqueda en la que tratamos de enarbolar y crear un proceso de continuo replanteo de la democracia, dinamizando no solo las bases de la institución sino también de la sociedad misma, construyéndonos, cada día, en cada discusión como sujetos críticos.
En el marco de este proceso, el Frente de Estudiantes por la Resistencia sosteniendo su compromiso social, política que imprime como conducción, ha establecido lazos con diferentes organismos de Derechos Humanos, Sindicales y Sociales.

Es así que, llegado el año 2007 álgido en las protestas y luchas sociales, como Federación decidimos participar activamente marchando, codo a codo, junto a Zanón (bajo gestión obrera), nos hicimos presente en el reclamo por la aparición con vida de Otoño- Uriarte, marchamos junto a ATEN y su justo reclamo por un aumento del salario y el mejoramiento de las condiciones de trabajo, hecho que convergió en el fusilamiento público del compañero Carlos Fuentealba. Ante este hecho, siendo parte de la clase trabajadora, desde nuestra posición como estudiantes y como conducción de Federación tomamos la decisión política de sostener las medidas de fuerza adoptadas por el conjunto de los docentes y comunidad en general. También la FUC hace propio el reclamo de los compañeros de medicina, acompaña en el proceso de las Causas contra los genocidas y exigimos al gobierno la aparición con vida del compañero Jorge Julio López a diez días de cumplirse un año de su desaparición. En este sentido, no olvidamos a nuestros compañeros Sergio Avalos y Florencia Pennachi a quienes tenemos presente y seguimos esperando sin paralizarmos ante la falta de respuesta por parte de los responsables políticos y materiales.

A través de este largo proceso de lucha y reivindicación, de organización y resistencia, hemos transitado un largo camino de autocrítica y reflexión sobre nuestras acciones y la política que imprimimos a esta Federación, políticas que una vez más afirmamos. Es nuestro desafío seguir construyendo a través de la Asamblea como órgano máximo de discusión y de toma de decisiones, reconociendo el consenso como parte de la misma y la Horizontalidad que rompe contra la organización jerárquica y verticalista que vuelve arbitraria la participación.
Sabemos que debemos afianzar la comunicación entre todos los asentamientos que forman parte de nuestra Universidad para tomar cada reclamo como propio y así que la Federación no sea únicamente los centros académicos que se encuentran en “La Barda” (Neuquén) sino que, los Centros Universitarios de Cipolletti, Allen, Cinco Saltos, Fishke Menucó (Roca), Villa Regina, Viedma, Bariloche, Zapala y San Martin de los Andes también se identifiquen y se sientan parte y participe de la Federación Universitaria del Comahue.

Debemos profundizar en las discusiones académicas, en el perfil de profesionales que queremos ser: ¿un ingeniero que esté al servicio de las transnacionales como Repsol?, ¿Asistentes sociales que sean funcionales al sistema y controladores sociales?, ¿Licenciados en Ciencias Políticas, Secretarios encubridores del gobierno de turno?.....En fin…profesionales ¿al servicio de qué y de quienes ? ¿De los explotadores o del Pueblo?. Todo esto forma parte de nuestro proyecto político fundado en la democratización de todos y cada uno de los espacios de discusión y decisión, espacios como Bienestar Estudiantil, Extensión e Investigación.

Apostamos a que la futura conducción, más allá del resultado final de este Congreso Ordinario de Federación debe hacerse voz y acción de cada uno de estos puntos para avanzar en una construcción conjunta por una Universidad Pública, Gratuita y Laica en pos de los Trabajadores.

Frente de Estudiantes por la Resistencia en la conducción de la F.U.C

viernes, 3 de agosto de 2007

Carta de Unzué al decano sobre lo sucedido en el concurso de Analisis Político

Buenos Aires, 3 de agosto de 2007

Señor Decano del CURZA

Ing. Miguel Silva

S/D

En respuesta al pedido realizado por la Secretaria Académica Dra Adriana L. Goicochea, quien por nota n° 125/07 me solicita que explicite mi posición como presidente de jurado del concurso para cubrir un cargo de AYP-3 en la asignatura Análisis Político de ese centro regional, y habiendo recibido por correo la documentación que solicité para poder dar respuesta a ese pedido, realizaré a continuación el pertinente descargo.

Vale aclarar que el mismo no es un dictamen, ni pretende ser una evaluación de los candidatos presentados, sino que busca impugnar lo actuado por la Comisión evaluadora que diera origen al dictamen existente en esa unidad académica, el que se produjo sin mi conocimiento.

En primer lugar, resulta imprescindible calificar la nota enviada por el “Coordinador de ciencias políticas” auxiliar José Adolfo Gómez, con fecha 13 de junio de 2007, cuya copia se me ha enviado, en la que el mismo expresa entregar el dictamen del concurso sin mi firma pues me habría retirado del concurso “muy cansado para seguir discutiendo”, como MENTIROSA y MALICIOSA.

Puedo aportar por lo menos una decena de testigos a los que les anuncié que iba a retomar la discusión referida al dictamen pendiente, que me vieron esperar al citado Gómez que regrese de su casa con ese fin, y que luego pudieron constatar que sus actitudes patoteriles y maleducadas hicieron imposible la prosecución del trabajo de una comisión evaluadora que para ese entonces ya incumplía plenamente con su conformación original y también con el reglamento que estipula su modo de funcionamiento.

Vale aclarar que el artículo 11 de la resolución n° 112/91 establece la composición de las Comisiones, lo que en este caso se ha incumplido por la poco prolija situación convalidada por la resolución CD 071/2007 en la que se nombra un jurado alumno que no tenía la materia aprobada, lo que llevó al mismo (en forma muy acertada) a excusarse de participar en el momento de inicio de las labores de la comisión. Esta singular situación dejó al claustro estudiantil sin representantes en la mencionada comisión y abre un interrogante sobre las formas en que el CD designa a las comisiones evaluadoras. ¿El estudiante Marcelo Cerda no se enteró en el momento en que lo estaban nombrando integrante del jurado, para avisar y que se nombre a otra persona en ese lugar? ¿Por qué no se nombró un estudiante suplente para integrar la comisión evaluadora?

La falta de representación estudiantil en la comisión evaluadora llevó a que el jurado compuesto originalmente por 4 integrantes tal como fue designado por el CD, contara en el momento de las entrevistas sólo con tres miembros, y en el momento de la deliberación y posterior producción del dictamen, sólo con dos integrantes (por la arbitraria exclusión de mi persona), lo que no constituye la mayoría necesaria para que pueda actuar válidamente como se establece en el artículo 13 que cito: “La comisión evaluadora sólo podrá actuar válidamente con la presencia de la mayoría de sus miembros”, lo que supone que el 51% o más de los miembros deben estar presentes.

En este caso, la Comisión no ha reunido este requisito, y en consecuencia, el dictamen aportado por el auxiliar Gómez es nulo desde todo punto de vista, pues ha sido producto de una deliberación minoritaria, y además, realizada voluntariamente a espaldas de mi persona.

La emisión de un dictamen sin mi conocimiento tiene una mayor gravedad, de momento que mi rol en la comisión parecería no haber sido menor, pues me he enterado a la lectura del “dictamen” enviado por Gómez que yo era el presidente del jurado, a pesar de que en ningún momento se cumplió con lo establecido en el artículo 12 de la resolución que regula este tipo de selecciones de docentes y referido a la elección del presidente de la comisión evaluadora.

Por último, y habiendo conocido un mes después de la fecha de realización del concurso, la resolución del CD en la que se integra el jurado evaluador, no puedo dejar de sorprenderme por ver que el representante del claustro de graduados que ocupa el lugar de suplente es a la vez uno de los candidatos en el concurso, una actitud que a mi entender es por lo menos poco ética, pues si la aspirante pensaba presentarse al concurso hubiese correspondido que decline la integración del jurado (aunque sea en carácter de suplente), o vice versa, si forma parte de los miembros que integran la comisión evaluadora, aunque sea en carácter de suplente (lugar expectante que puede llevar al nombrado a cubrir el puesto ante cualquier imprevisto que imposibilite al titular concurrir) debería haber renunciado a presentarse como candidato.

Esta confusa situación no hace más que potenciarse, cuando el dictamen del que me han enviado copia, y que es diferente al que ya se me había enviado informalmente, luce una serie de irregularidades alarmantes.

Entre ellas, y la más llamativa, es que el dictamen comienza sosteniendo que se ha conformado el jurado, con mi participación, y dictamina: “El jurado acuerda por unanimidad que ambos postulantes cumplen acabadamente con los requisitos establecidos para el cargo en concurso y atendiendo especialmente al desempeño en la entrevista y sobre la base de los criterios de ponderación de las distintas instancias (...) propone por mayoría la designación de la licenciada Adriana Mónica Andrada...” a lo que siguen tres firmas al pie de dicho dictamen, sin ningún tipo de aclaración sobre la identidad de los firmantes.

Queda clara la intención de hacerme participar en una deliberación en la que no he participado. El jurado no ha acordado nada por unanimidad de momento que la instancia de deliberación no llegó a sustanciarse por la actitud del citado Gómez, quien al ver mi desacuerdo con el orden de mérito que él pretendía imponer, decidió suspender en forma unilateral el proceso de deliberación, luego de descalificarme en forma prepotente ante la mirada de varios transeúntes.

En este punto aclaro que los firmantes del dictamen faltan a la verdad al hacer referencia a una supuesta unanimidad. No he acordado nada con los otros integrantes del jurado y no hay ningún tipo de unanimidad en ningún aspecto.

Por otra parte, en todo concurso en el que hay un dictamen por mayoría y uno por minoría, debe especificarse el nombre de los que integran esa mayoría y las razones del disenso, algo que curiosamente está totalmente ausente del dictamen.

De la lectura del mismo, no se desprende en ningún punto que se haya producido un disenso entre los integrantes del jurado, ni que las deliberaciones no hayan podido realizarse, y esto no puede ser subsanado por una mera nota aislada y supuestamente aclaratoria como la citada con fecha 13 de junio, que además, resulta imposible de verificar si efectivamente fue presentada junto al dictamen en cuestión.

En este marco, la existencia de tres firmas al pie del dictamen es a todas luces engañosa. Si, como se me ha manifestado informalmente desde la secretaría académica, la tercera firma es la de la candidata Andrada “notificándose” del dictamen, estamos sin dudas ante un procedimiento administrativo confuso, que debe dar lugar a su inmediata revisión. Las notificaciones no se realizan sobre los originales, ni firmando todas las hojas, y menos sin aclarar la firma y sin agregar en la misma una leyenda que haga mención a que es una notificación. Aclaremos que Andrada, a pesar de lo expuesto más arriba, no podía actuar como miembro del jurado, pues había concurrido al mismo el representante titular del claustro de graduados.

En relación a las consideraciones manifestadas en el dictamen presentado, debo aclarar que las mismas no son suscriptas por mi persona en ninguna forma.

Debo afirmar que del análisis de los antecedentes de los candidatos se observa que Adriana Mónica Andrada no adjunta copia de su título universitario (lo que no es reemplazado por un certificado analítico). Además, que la misma candidata no cubre expectativas básicas para ocupar un cargo docente como el que estaba en cuestión, pues carece de todo tipo de antecedente en la docencia universitaria, no tiene ninguna participación en congresos o jornadas en carácter de expositora, no presenta ninguna publicación, y además, no ha aprobado la materia para la que se está presentando a concurso. Lo que sí emerge del análisis de su CV es que ha sido y es miembro de un proyecto de extensión cuyo director sería el auxiliar Gómez, lo que plantea a todas luces una relación entre un integrante del jurado y la aspirante que claramente puede despertar en vistas de lo sucedido, serias sospechas sobre la objetividad del auxiliar citado a la hora de realizar la evaluación.

Del análisis del escrito presentado por la candidata Andrada bajo el título “Interiorización del programa y objetivos” y que fue ponderado en una prosa cuasi-telegráfica por Gómez en los siguientes términos:

“Presento (sic) una propuesta sólidamente fundada, resaltando las posibilidades de participación del alumno con la guía orientadora del docente, se considera pertinente la propuesta metodológica, construida con un análisis fundamentado del programa y diagnóstico lúcido del alumnado”, vale aclarar que en el mismo se denota la falta de conocimiento del programa de la materia, tanto por parte de la candidata, como por los firmantes del dictamen.

A modo de ejemplo, Andrada sostiene que en la Unidad 1 se trata el tema de “la inseguridad civil”, lo que no constituye un eje central ni de esa unidad, ni del programa, para luego afirmar, en una prosa poco comprensible: “No estamos exentos de entender que la esfera social-pública esta (sic) en un continuo cambio y que los mecanismos de información y comunicación social produce (sic) un efecto integrador, pero que a su vez tenemos que resaltar y reveer el significado de inclusión e igualdad. En definitiva los textos referentes atienden las temáticas centrales que abordan (sic) la materia constituyendo una matriz abarcadora ya que el programa esta (sic) realizado de una forma clara y objetiva, hay correlación con las unidades que lo llevaran (sic) al alumno a un entendimiento claro y preciso”

También hay en el mismo documento, una atribución de funciones que no son propias de un auxiliar docente, como por ejemplo, el llevar adelante clases teóricas (afirma para describir la estructura de clase que propone brindar: “La clase se dividirá en dos momentos: un momento expositivo de contenido teórico y ejemplificador de lo expuesto y otro momento donde los alumnos trabajaran sobre los textos sugeridos”) o el atribuirse competencia en la definición de la forma de evaluación de los estudiantes (a partir de dos exámenes parciales y una monografía de no más de 15 páginas), tareas que tampoco hacen a la función de un auxiliar docente y que muestran la falta de experiencia de la candidata en ese tipo de actividad.

También realiza propuestas de trabajo, que vuelven a estar poco claras por lo confuso de su redacción, como cuando sostiene (respeto la ortografía y redacción del original) “subrayo que este tipo de trabajos utilizando la metodología comparativa les otorga al estudiantado visualizar y tener una aprehensión más correcta y firme de las ideas de los autores. Además le permite trabajar con más sentido crítico...”

Vale aclarar que el tono de la entrevista, ponderado muy favorablemente por el auxiliar Gómez, reprodujo plenamente el del escrito presentado, con sus mismas falencias e imprecisiones, lo que hace incomprensible el criterio de evaluación utilizado por los firmantes del dictamen.

Por todo lo expuesto, vuelvo a manifestar mi total desconocimiento de los procedimientos que llevaron a la emisión del dictamen presentado, al que califico de nulo, falso en su apelación a la unanimidad, carente de criterio académico en sus apreciaciones, y poco ético tanto por la familiaridad de Gómez con la candidata, como por su accionar para excluirme del mismo.

En cuanto a la nota del auxiliar Gómez en la que intenta explicar los motivos de mi exclusión del dictamen (atribuyéndome la responsabilidad por ese acto), considero que nos encontramos ante una actitud mentirosa que debería ser sancionada por las autoridades pertinentes, más cuando el responsable de esa acción ocupa un lugar de representación institucional.

Martín Unzue

viernes, 13 de julio de 2007

Si hay miseria que no se note... [sobre un concurso docente que dará que hablar]

Si hay miseria que no se note…[i]
Por: Martín Unzué.
El 6 de junio pasado realicé mi último viaje al CURZA. Me hubiese gustado llevarme otro recuerdo de un lugar, que a pesar de ciertas prácticas sorprendentes, no deja de ser una Universidad Nacional.
Una Universidad Nacional que se desacredita, que dilapida su prestigio, como lo hace el CURZA y particularmente la carrera de Ciencia Política, cuando los circunstanciales responsables de llevar adelante la representación institucional, actúan en formas escandalosas, entre bambalinas, digitando instancias fundamentales para la vida académica como los concursos, o sus sustitutos muy imperfectos, las selecciones de cargos interinos.
Mi viaje al CURZA tuvo como principal objetivo responder a una insistente invitación de la nueva Coordinación de la Carrera a cargo del auxiliar Gómez, para que presida un jurado para la designación de un ayudante interino con dedicación simple en la materia Análisis Político.
Así, ese 6 de junio a las 9:30 horas estuve en la sede de la Universidad
No puedo dejar de mencionar la lamentable tarea de preparación de dicho concurso. No sólo no se me envío con anticipación los antecedentes de los concursantes, ni tampoco sus propuestas metodológicas, lo que resulta imprescindible para poder analizar con alguna seriedad la trayectoria de los candidatos, sino que además, en el momento en que debíamos conformar el tribunal, fuimos avisados por personal administrativo de la sede que el representante del claustro estudiantil designado a esos efectos había llamado telefónicamente para avisar que no se iba a presentar pues no tenía la materia en cuestión aprobada. Esto generó una muy airada y descortés reacción de Gómez hacia el estudiante y también, luego, hacia el personal administrativo de la sede.
De esta forma el jurado del concurso quedó reducido a mi persona, al citado Gómez y a un graduado (Jesús Moalla).
Luego de leer los antecedentes de los dos candidatos que se presentaron, algo que no necesitaron hacer los otros integrantes del jurado, tal vez porque ya los conocían, se realizaron las entrevistas de rigor a partir de las 11:30 hs. En ellas les pregunté a los candidatos sobre sus experiencias, sus planes de trabajo y otras cosas habituales en estos casos. Vale aclarar que ninguno de los otros integrantes del jurado realizó ninguna pregunta en las entrevistas. Tal vez porque no necesitaban hacerlo.
El problema se suscitó al finalizar las entrevistas, cuando el citado Gómez, luego de ponderar a los dos candidatos, calificándolos de "brillantes", manifestó que era evidente que el orden de mérito debía poner en primer lugar a Adriana Mónica Andrada y en segundo a Nicolás Mazzella, lo que fue ampliamente respaldado por Jesús Moalla, quien le dijo que él consideraba que la mayor experiencia de Gómez era suficiente "para que lo aconseje", y poco después argumentó que se tenía que retirar, pero que "pasaría más tarde para firmar el dictamen que haga Gómez". ¿Jurados independientes?
Sin embargo, yo manifesté y argumenté por qué no compartía el criterio del coordinador, y que consideraba que los antecedentes eran lo primero que se debía tener en cuenta a la hora de evaluar un candidato. Además expresé que, por tratarse de un cargo de ayudante para una materia que no contaba con un profesor permanente en Viedma, era aun más relevante la experiencia y la seguridad del ayudante para que pueda realizar trabajos prácticos con los estudiantes sin la presencia del profesor a cargo de la materia.
Por ello, viendo que Mazzella manifestaba en su CV ser auxiliar regular de otra materia en el CURZA, y ser o haber sido docente en varias materias (5 en total), creía que ese dato lo dejaba en mejores condiciones que a Andrada, quien no poseía antecedentes docentes, salvo uno como docente en un curso de Extensión, que claramente era de menor valor por no ser ni en la carrera ni en otra carrera de las que se dictan en el CURZA. Además, si bien ambos candidatos eran graduados, con promedios bastante equivalentes, y ambos con una maestría en curso, Mazzella presentaba más experiencia en investigación, además de alguna publicación y algún congreso de ventaja.
En cuanto a las propuestas de trabajo escritas, también la presentada por Mazzella era superior, por lo menos en las formas, pues la de Andrade contaba con una gran serie de problemas de redacción e incluso de conjugación (algunos de las cuales he marcado en lapicera sobre la misma hoja presentada por la candidata).
Una vez que argumenté esta posición, Gómez manifestó que su propuesta era inamovible, que de ninguna manera consideraba que Mazzella pudiese estar en primer lugar en el orden de mérito, que en realidad "era de esa gente que se dedica a juntar papelitos", "que era el pollo de alguien" y que buena parte de esos antecedentes que marcaba en el CV no eran válidos, mientras que Andrada era mucho más conveniente, porque "tenía muchas más ganas". Que lo máximo que podía aceptar era sugerir en el dictamen que se nombre a Mazzella como ad-honorem.
Ante la fuerte descalificación del candidato Mazzella, le pregunté a Gómez si estaba afirmando que Mazzella mentía en su CV, y si era mentira que era ayudante en las materias que mencionaba, a lo que me dijo que no, pero que Andrada tenía mucha experiencia docente en escuelas secundarias, que seguramente había olvidado incluir en su CV.
Por la absoluta falta de acuerdo, propuse un cuarto intermedio para pensar la situación, y que a la tarde viéramos si podíamos hacer un único dictamen o si hacíamos uno en mayoría y uno en minoría. Manifesté que no podía seguir discutiendo en ese momento, porque debía tomar exámenes finales a otros estudiantes que esperaban desde hacía dos horas, pues todo el cronograma de actividades estaba corrido por el tiempo que me había llevado analizar los CV presentados.
De esta forma, comencé con la mesa de examen, que interrumpí para almorzar ya casi a las 15 hs y luego retomé.
Finalizados los exámenes y con las actas pasadas, concurrí a la oficina de la Carrera para finalizar el trámite del concurso pendiente, donde no había nadie.
El candidato Mazzella, quien se encontraba en la sede a la espera del dictamen, llamó por teléfono a Gómez quien a la media hora llegó a la sede, y de muy malas formas me dijo que "ya tenía una idea de qué tipo de persona era yo, pero que ahora se le había confirmado", "que no iba a continuar las deliberaciones conmigo", "que no había dictamen del concurso" y que no lo iba a haber.
Evidentemente la situación a esa altura de los hechos era una gran farsa y una absoluta falta de respeto a los concursante, y a mí, que luego de viajar 1000 kilómetros de ida y tener que hacer otros 1000 de vuelta esa misma noche, principalmente para presenciar un concurso, comprendí que todo parecía una invitación para refrendar un gran sainete, en el que el resultado estaba definido de antemano, y que mi presencia había sido prevista para que avale en forma acrítica y sumisa lo que ya se había decidido con criterios de pequeña política, incompatibles y despreocupados de los académicos.
En ese marco, mi posición contraria al orden de mérito propuesto por Gómez, lo llevó (comprendiendo que no era posible firmar un dictamen por unanimidad), a manifestarse "ofendido" y a suspender el concurso en forma arbitraria y unilateral, además del injustificado maltrato que me propiciara, producto sin duda de su absoluta incapacidad para sostener con argumentos su endeble punto de vista.
Pero los desaciertos no se detuvieron allí. Posteriormente se agregaron nuevas acciones que presentan una gravedad tal, que no pueden dejar de ser conocidas por la comunidad del CURZA, autoridades, profesores, estudiantes, graduados, y personal administrativo.
Porque a pesar de lo relatado hasta aquí, y de que el jurado no tuvo ningún proceso de deliberación como es esperable, el Coordinador Gómez presentó un dictamen avalado por Moalla, en el que se señala que el jurado estuvo integrado por las tres personas citadas y que "acuerda por unanimidad que ambos postulantes cumplen acabadamente con los requisitos…proponiendo por mayoría la designación de Adriana Mónica Andrada…".
Desde ya, no es admisible que se apele a ningún tipo de unanimidad, cuando uno de los integrantes del jurado no ha participado de ninguna forma en la deliberación (de hecho creo que son dos los que no han participado…) y cuando ni siquiera se le ha comunicado oficialmente la existencia de un dictamen.
Debo aclarar que el jurado no ha acordado nada por unanimidad de momento que yo no he acordado nada y era parte del jurado.
Pero además, responde a la lógica más elemental que si existe voluntad de hacer las cosas con transparencia, un dictamen de mayoría debe imperativamente aclarar quienes componen esa mayoría y quienes están en disidencia y presentar los argumentos de ambas partes, y no como se ha hecho en forma maliciosa, que se ha presentado un dictamen con dos firmas al pie sin aclaración de ningún tipo, a la que, afirman en la secretaría académica, se le ha agregado una tercera firma que sería de uno de los candidatos, que no ha tenido mejor idea que firmar el dictamen para "notificarse" del mismo, produciendo una muy sospechosa situación en la que uno de los jurados no ha firmado el dictamen, pero el mismo luce con tres firmas sin aclaración al pie del mismo...
Demás está decir que el supuesto dictamen incumple con lo establecido en el artículo 18 del "Reglamento para llamados a inscripción de antecedentes de docentes interinos en el CURZA" donde dice claramente "La comisión evaluadora deberá elevar al decano un acta con el dictamen final firmada por sus integrantes", lo que no ha podido suceder pues no existe firma mía en el documento elevado, pero ello a esta altura parece una mera formalidad.
Desde ya, las comunicaciones oficiales del CURZA conmigo han sido escasas. Por diversos motivos, errores del correo y de los correos electrónicos, hoy, pasado más de un mes de los hechos, nadie me informó que existía un dictamen hasta que yo tuve que escribir a la secretaría académica para preguntar por su existencia. Y aun no he recibido ninguna copia oficial del dictamen presentado ni se me ha preguntado formalmente por los motivos de la falta de mi firma en el mismo.
Desde ya, este texto busca poner en conocimiento de los miembros del CURZA las prácticas no académicas con las que se llevan adelante algunas instancias como las selecciones de docentes, práctica que sin duda no deberá sorprender a la mayoría.
No pretendo ningún tipo de respuesta a este correo. Sólo quiero hacer conocer una serie de hechos que pueden ser más o menos graves, pero muestran una gran miseria académica que no es buena para ningún miembro de la comunidad universitaria.
Martín Unzué
Buenos Aires, 10 de julio de 2007



[i] Martín Unzué es licenciado en ciencia política, licenciado en economía, profesor adjunto regular de "Teoría del Estado" en la Facultad de Derecho de la UBA, e investigador en el Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales. Actualmente realiza su doctorado en la facultad de Derecho de la UBA y es becario de doctorado en el marco del proyecto UBACyT S090.